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Relatos

El cometa soñador

En la oscuridad de la noche eterna viajaba por el espacio un cometa. Imaginaba lo que sería vivir en un mismo lugar y contemplar el ciclo de la vida. Mientras su mente divagaba en estos pensamientos pasó por delante de un par de planetas y sus respectivos satélites.
Pensaba en lo bonito que sería experimentar el frío, el calor, la humedad, la aridez, la suavidad y la dureza de todas las cosas que sólo veía.

Un día, con un día se sentiría satisfecho, ver salir el sol y con él la vida empezar, escuchar a los animales desde los pequeños insectos hasta los gigantes paquidermos, ver las flores con sus bellos colores y olores, sentir el viento y las mareas y como mueven todo en su vaivén.
¿Quién fuera un terrícola?

Viajando a 120,000 km/h había visto muchísimas cosas, demasiadas quizá, aunque brevemente. Había creado con todos esos retazos una imagen de lo que sería la vida en un planeta. Viajando a esa gran velocidad, pasaba la mayor parte del tiempo en el espacio vacío y se sentía solo.

Cada poco tiempo, desde el punto de vista del cometa claro, volvía a pasar por lugares que ya había visitado, algunos habían cambiado mucho y otros poco.

Todo lo que está ahí fuera son mis hermanos y hermanas, en el momento de la creación las fuerzas gravitacionales hicieron que las nubes de gas y el polvo estelar crearan al sol y a los planetas. Los pequeños rebeldes como yo, no nos unimos al resto y ahora viajamos por el espacio.

Debido al calentamiento por la radiación solar a veces sufría ciertas explosiones que modificaban su órbita. Esto le resultaba divertido pues le hacía sentir cosquillas y le gustaba el aspecto que adquiría con la adición de la estela que lo seguía.

Desde la tierra un padre y su hijo miraban el cielo nocturno de verano disfrutando las espectaculares lágrimas de San Lorenzo, las Perseidas. El hijo con toda su inocencia e ilusión soñaba:

Un día, con un día me bastaría, viajando por el espacio a 120,000 km/h podría ver tantas cosas, cosas que nadie ha visto jamás, la oscuridad y el vacío del espacio, el silencio, los planetas, asteroides, el polvo estelar, la vía láctea.
¿Quién fuera un cometa?

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Reflexiones

Naturaleza II

El bosque

Quizá por haber crecido en Xalapa rodeado del bosque de niebla he creado esa conexión con los bosques, los busco, los huelo, los siento, hago lo posible por darme la oportunidad de ir y estar, ser y convivir con ellos.

Aquí en Inglaterra tengo la fortuna de vivir rodeado de bosques, el más cercano lo tengo a tres minutos caminando y esto es una gran oportunidad que aprovecho cada vez que puedo.

¿Por qué?

Por la frescura, el olor, el sonido, la vida de la flora y la fauna.
Las ardillas, esas pequeñas criaturitas, dulces, simpáticas y juguetonas. Verlas subir y bajar por los troncos, saltar por las ramas, cruzar los caminos frente a mi o presenciar como recolectan sus bellotas.
Los ciervos, elegantes, veloces y silenciosos, con ese porte y esa mirada tan serena. A ellos si que cuesta trabajo verlos, pero cuando lo hago me maravillan y lo disfruto. Tanto jóvenes como adultos con sus majestuosas cornamentas.
Los zorros, estos definitivamente son los que más me llaman la atención, quizá porque no estoy acostumbrado a verlos, por el color de su pelaje, por la manera de moverse o esa mirada tan profunda que tienen.
Las ratas, estas las aprendí a respetar gracias a mis hijos porque a ellos en toda su inocencia y sin ningún juego les gustaban mucho, así es como pude volver a ser un niño y ver lo lindos que son esos pequeños roedores que se ven tan a menudo en los bosques.
Los puercoespines, estos los he visto pocas veces, pero una de ellas me sirvió para mostrarles a mis hijos como cuidarnos los unos a los otros y como nuestras acciones puede tener un gran impacto en nuestro entorno.

Abetos, secuoyas, robles, hayas, abedules, fresnos, castaños, cedros, olmos, ciruelos, manzanos, perales, higueras, zarzamoras, frambuesas, estos son algunos de los amigos que se encuentran en los bosques. Si estoy cerca de algún río a veces es posible ver sauces, estos me gustan mucho y siempre tengo el recuerdo de la abuela sauce de la película de Pocahontas.

¿Cuándo?

El bosque me cobija y da sombra en verano, en primavera y otoño me protege del viento y todo el año me brinda su especial aroma.

En invierno al caminar o correr me encanta sentir y escuchar el crujir del suelo congelado rompiéndose bajo mis pies.

Durante la temporada de lluvias algunos ríos se desbordan, se crean inundaciones y así aparece el barro, mi gran amigo y maestro con el que los entrenamientos se vuelven mucho más duros. Me encanta correr por los charcos y chapotear el agua o el barro, terminar sucio, sudado, con las piernas y algunas veces hasta las gafas llenas de barro.

En realidad cualquier momento del año es bueno para salir a caminar, meditar escuchando a los animales y el viento, sentir la lluvia, hacer un picnic, tumbarse en la hierba y cerrar los ojos.

Abraza un árbol

Una de las cosas que más me gusta son los abrazos, de esta manera puedo sentir un poco más a las personas, descubrir los abrazos a los árboles ha sido algo que me ha permitido sentir mucho más de lo que habría imaginado, son seres vivos, están conectados entre ellos y directamente con la tierra, con el planeta, tienen recuerdos y mucha energía.

Uno de los abrazos que más recuerdo fue en el New Forest a una secuoya, me transmitió tanto, pude sentir, ver, viajar, me sentí en paz. Una joven secuoya de 115 años.

Honra el espíritu de un árbol

Por enfermedad, por accidente, por edad, por causas naturales o a causa del hombre nos encontramos con muchos troncos de árboles, algunos se utilizan para decorar la casa o el jardín, se pueden hacer muebles o también se pueden utilizar como combustible para hogueras. Personalmente me encantan las hogueras, especialmente en otoño o invierno con las tardes y noches largas y frías. Al alimentar el fuego con troncos se obtienen aromas muy distintos, escuchar los silbidos y el crujir de la madera al quemarse, ver las brasas y el carbón resultante es algo mágico, sentir el calor, ver las llamas y las ascuas.

Y así honramos y despedimos a los árboles mientras los acompañamos en el último suspiro antes de volver al origen.

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Reflexiones

Vida

Vida y muerte, siempre en ese orden, pues para morir hay que vivir. Aunque no es lo mismo vivir como un autómata, una marioneta a VIVIR libremente.

Sentidos

No es lo mismo respirar que apreciar el aroma del jazmín, el olor de la comida en el horno o la frescura del bosque después de la lluvia.
De igual forma no es lo mismo tocar que sentir la corteza del árbol, los latidos de tu corazón, el pelaje de un gato, dar o recibir una caricia.
Hablando de la vista no es lo mismo ver que disfrutar la explosión de colores en primavera y otoño, ver y sentir la conexión al mirar los ojos de la persona amada.
Sobre el oído, escuchar las gotas de lluvia, el canto del ruiseñor, un trueno, la fuerza de la caída de una cascada o la voz de un ser querido llamándonos.
El gusto, quizá no haya sido azar que el gusto quedara al final de esta lista. En el gusto podemos disfrutar la combinación de todos los sentidos, desde ver un platillo delicioso, olfatear su aroma, llevarlo a nuestra boca y sentir las distintas texturas, escuchar el crujir de los alimentos al masticarlos y disfrutarla combinación de sabores.

Valor

Hace falta valor para atreverse a vivir nuestra vida y dejar la vida que los demás quieren para nosotros, ya sea nuestra familia, la sociedad o los grupos a los que pertenecemos.

Ante todo hay que ser honestos con nosotros mismos y tener el valor de luchar por lo que creemos y a través de nosotros como decía Gandhi “ser el cambio que queremos ver”.

También hace falta valor para dejarlo todo, la comodidad, lo conocido y arriesgarse a seguir nuestros instintos, las corazonadas y equivocarse, porque esos errores son nuestros y de ahí saldrá experiencia y aprendizaje.

Al final la vida es, para la vida no hay bueno o malo, la vida simplemente es y fluye. Aunque parezca sencillo y no lo es, la clave radica en encontrarnos a nosotros mismo y fluir, volvernos uno con la vida e integrarnos en ese fluir.

Ikigai

Podríamos decir que Ikigai es aquello que da sentido a nuestra vida, aunque para entenderlo en la profundidad a la que se refiere tendremos que ver nuestra vida como algo más que nosotros mismos porque Ikigai está al centro de misión, vocación, profesión y pasión. En donde todos estos puntos se unen ahí se encuentra lo que da sentido a nuestra vida. Aunque hacia fuera tenemos lo que amamos, lo que el mundo necesita, para lo que somos buenos y por lo que somos remunerados. Esta última parte es una visión muy occidental. Así es que para no perder el centro siempre hay que pensar en que somos parte de algo más grande, escuchar, sentir, fluir y tomarnos un tiempo de reflexión.

Somos dinámicos, cambiamos, crecemos, maduramos. Así es que nuestras pasiones pueden cambiar al igual que nuestras profesiones, quizá también nuestra vocación y nuestra misión.

Ichigo Ichie

Este preciso instante es único y no se volverá a repetir, así que gracias por tomarte este tiempo para estar aquí y leer estas palabras. De igual forma por mi parte estoy presente y disfrutando escribir esto.

Si este es la única oportunidad de vivir este momento entonces hay que hacerlo de la mejor manera posible, entregarnos al máximo con todo nuestro ser.

¿Cómo sería el mundo si cada quien viviese teniendo esto en cuenta? ¿Cómo serían las interacciones con otras personas?

Abrazaríamos más a nuestros seres amados, seríamos más pacientes, dedicaríamos nuestro tiempo, ese precioso y valioso tiempo, a las cosas que amamos y nos llenan. Pensaríamos mejor el impacto que tenemos en los demás. Sonreiríamos más. Daríamos mejor ejemplo a nuestros amigos y familiares.

Bueno, por lo menos eso es lo que intento.

Kintsugi

No somos perfectos, a lo largo de nuestras vidas hemos cometido muchos errores, nos hemos caído, se nos ha roto el corazón por una persona especial, nos hemos lesionado y un sinfín de cosas nos puede haber pasado. Lo importante levantarse, aprender y fortalecernos gracias a todas estas experiencias vividas, todo esto nos dará un brillo especial y nos vuelve únicos.

La historia en torno a cuando conocí esta palabra siempre me ha fascinado, era una taza de té muy bonita de porcelana, se cayó y se rompió, su dueña en lugar de tirarla a la basura la reparó con esmero y mucho cuidado uniendo cada trozo y pintando estas uniones de color dorado, al final obtuvo una nueva taza de té reforzada por lo vivido y embellecida por la reparación.

Somos iguales a la taza de té y tendríamos que aprender a tratarnos con el mismo amor, paciencia y cariño que la historia cuenta para renacer fortalecidos. Así mismo vernos reflejados en los demás para honrar y respetar sus procesos de vida.

Música

La música siempre me ha acompañado a lo largo de mi vida y ha sido mi maestra de muchas formas, me ha ayudado a conocer algunas partes de mi, me ha servido para desahogarme, me ha acompañado en momentos de dolor o de alegría, en momentos de reflexión. Siempre he encontrado lo que necesitaba en cada momento.

En este momento y muy acorde a lo que he escrito pondré algunas partes de canciones que a través de la poseía y el maravilloso uso del lenguaje dicen mucho más de lo que parece.

Y a una distancia prudencial
Oigo una voz que es familiar
Dice: ¡Ven a verme!
Cuando al fin llego
Ya no está
Me deja escrito en un portal
Soy la vida, imbécil

Love of Lesbian – Contraespionaje

Que quiero arriesgarme a conocerte
Porque el miedo al fin cayó, al fin cedió.

Love of Lesbian – Incendios de nieve

Cada estrella es otro sol
Cada hombre un soldador
uniendo las partes rotas
del gran espejo interior

Los abuelos de la nada – Medita Sol

Cabalgo sobre sueños, innecesarios y rotos
Prisionero iluso, de esta selva cotidiana
Y como hoja seca, que vaga en el viento
Vuelo imaginario, sobre historias de concreto

Navego en el mar, de las cosas exactas
Enclavado en momentos, de semánticas gastadas
Y cual si fuera una nube, esculpida sobre el cielo
Dibujo insatisfecho, mis huellas en el invierno

Ya que yo, no tengo tiempo de cambiar mi vida
La maquina me ha vuelto una sombra borrosa
Aunque soy la misma tuerca que han negado tus ojos
Sé que aún tengo tiempo para atracar en un puerto

Rockdrigo González – No tengo tiempo

Vamos cerrando

En la vida tenemos tantas oportunidades de ser, de hacer, de reinventarnos, de creer, de crecer, de crear y mucho más, lo único que hace falta es dar el primer paso y seguir hacia donde el corazón nos guíe.

Hace poco fui a México y estuve con mi familia durante tres semanas, en una de las conversaciones que tuve con mi mamá me dijo algo que me hizo reír muchísimo, pero luego me dejó pensando y me di cuenta que en realidad era sabiduría popular:

El que chingó, chingó
Y el que no, pues ya se chingó

Dicho popular en México

Y con esto me despido.

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Deporte

Maratón

Somos animales

Correr es algo natural, viene de fábrica por el simple hecho de ser humano, nuestro instinto animal ya sea para cazar o para sobrevivir nos insta a correr.

Olimpiadas

El primer recuerdo que tengo de correr es de unas olimpiadas en las que participé en la primaria, estudié en la Abraham Castellanos en Xalapa, si no recuerdo mal fue una competición a nivel estatal y como se me daba bien el deporte me apuntaron en un montón de disciplinas, entre ellas el atletismo. Participé en 100 y 200 metros. En los 100 metros no lo hice tan mal, creo que quedé en 4 o 5 lugar de un montón de niños. Pero los 200 metros fueron otra cosa, sufrí cada segundo que duró esa prueba, no tenía ni idea de lo difícil que es administrar la energía, salimos disparados como alma que lleva el diablo y a los pocos metros las piernas me pesaban, el corazón me explotaba y la meta cada vez se veía más lejos pues corrimos en el Estadio “Heriberto Jara Corona” que tiene una pista de atletismo es condiciones.

Nada serio

Después de eso la verdad es que no tengo recuerdos de correr como tal, ya sea por competir, por ejercicio, por despejarme o lo que sea, es decir, algo mío o para mi. En varios campamentos de verano en el Ashram siempre había actividades deportivas y participaba, pero esto no lo cuento.

Aquí empieza

Todo empezó realmente para mi cuando vivía en España, en ese momento trabajaba en el Grupo Prisacom en el Campo de las naciones. Un buen día un amigo me invitó a jugar fútbol y aunque no era mi deporte favorito me apunté por eso de socializar y hacer algo diferente, fuimos a jugar durante nuestro descanso al medio día y la verdad es que lo pasé bien, me gustó la rivalidad sana con la que se jugaba, ver otra cara de mis compañeros de trabajo, los gritones, los individualistas, los que jugaban en equipo, los que dirigen todo y así sin querer yo también entre en una categoría, los que corren todo el rato y no se cansan.
Después de unas semanas jugando me presentaron a Jorge y él me invitó a correr, yo le dije que nunca había corrido pero que vale, que quería probar. No tenía ni idea de lo que estaba a punto de empezar en mi vida.

Salimos juntos desde la oficina hacía el Centro Deportivo Municipal Luis Aragonés, ahí nos cambiamos y dejamos nuestras cosas. Llegaron otras personas que se convertirían en mis amigos, maestros y compañeros de carreras: Pablo, Gabriel y Javier. Me preguntaron muchísimas cosas que ya ni recuerdo y menos aún lo que les contesté, sólo recuerdo que sentía un poco de miedo y no sabía si aguantaría, eso si se los dije, pero la verdad es que desde siempre me trataron muy bien y me dijeron que aguantará y que si necesitaba parar que lo dijese. Corrimos hasta el parque Juan Carlos I y dimos vueltas dentro, habremos corrido unos 40 minutos o quizá un poco más. Recuerdo que fue muy duro, me costaba respirar, la boca me sabía a sangre, de vez en cuando veía todo blanco, pero aguanté y me propuse seguir.

Seguimos haciendo esto durante unas semanas, creo que corríamos dos o tres veces por semana. Me dijeron que estaban empezando el entrenamiento para el maratón de Madrid, yo no tenía ni idea de lo que era un maratón y les dije que seguiría el entrenamiento mientras pudiese. Después de un par de meses, ya con confianza sobre mi mismo, mi energía, mi respiración y con un poco más de idea sobre lo que era correr me apunté a mi primer carrera.

Primera carrera

La primera carrera en la que participé fue la del CESIC Carrera de la ciencia en Madrid, fueron 10 kilómetros. Estaba muy nervioso y no recuerdo bien porque pero ninguno de mis amigos correría esa carrera, sin embargo me animaron a hacerlo. Me sentía muy raro de correr solo, porque hasta ese momento siempre había corrido con mis amigos.
Llegué temprano, recogí mi dorsal, aprendí la importancia de llevar un cambio de ropa, comida, bebida y una mochila pues no llevaba nada. Era otoño pues la carrera fue en octubre y ya se notaba el frío.
Seguí al mar de gente cuando empezaron a salir a la calle y prácticamente sin darme cuenta todo mundo empezó a correr, así que hice lo mismo. Me sentía raro, había mucha gente y casi no tenía espacio para correr, la mayoría iban más despacio que yo así que estuve un buen rato adelantando gente. La carrera empezó y terminó en Serrano, es lo único que recuerdo, el resto del recorrido no lo recuerdo. Cuando quedaban un par de kilómetros para terminar me sentía fuerte aunque tenía en mente los comentarios de mis amigos “no te quemes”, “tómatelo con calma”, “disfruta” así que eso hice, disfrutar cada paso, las calles, el ambiente de la gente apoyando, la ciudad sin coches, mi corazón latiendo, mis pulmones llenándose y vaciándose, sintiéndome muy afortunado y de pronto ya había llegado a la meta. Me pilló totalmente por sorpresa, me dieron la bolsa del corredor con una camisa, plátanos, agua, barritas y publicidad, todo lo comestible lo devoré y me sirvió para recuperar energía, la camisa me sirvió para calentarme un poco.

Esta fue mi primer carrera, a la que siguieron muchas más.

Camino al maratón de Madrid

Al volver la siguiente semana a la oficina y salir a correr, la pregunta de todos fue “¿qué tal? ¿cuánto hiciste? ¿qué ritmo llevaste?” sí, todo en una sola pregunta, jejeje. La respuestas fue, no lo sé, en ese entonces no sabía ni me interesaba nada de tiempos, ritmos y demás, no tenía ni idea de las cosas en las que me metería en el futuro (hola strava). Me enseñaron a buscar en internet los resultados de la carrera, así descubrí que mi primer 10km lo hice en 47 minutos y no recuerdo los segundos.

Seguimos entrenando, a veces cuestas, a veces circuitos, a veces sprints, otras íbamos a la pista de atletismo y ahí hacíamos repeticiones a ritmos rápidos. Aún seguía sin entender, yo sólo hacía lo que me decían. Luego conforme el entrenamiento avanzaba empezamos a vernos los domingos para correr en la casa de campo y así poder hacer un rodaje largo, tampoco sabía lo que era eso pero ahí estaba, durante esos días llegamos a correr hasta 30km. Hoy lo recuerdo y lo entiendo, en aquel momento sólo quería sobrevivir.

Se abrieron las inscripciones para el maratón de Madrid, me lo dijeron con mucha ilusión y también noté por primera vez un poco de inseguridad o quizá fuese respeto, cuando les pregunté el porque de esa duda me dijeron que un maratón no es cualquier cosa, que incluso habiendo entrenado bien en el día hay muchas cosas que pueden salir mal.

Nos apuntamos y seguimos entrenando, ahora todo tenía un motivo claro y definido, se acercaba, se sentía y hacía allá corríamos.

Estos amigos eran unos pros, todos entrenaban para correr el maratón en menos de 3 horas.

Llegó un momento en que pesaba 72kg y me decían que aún tenía que perder peso, a ese nivel se tomaban las cosas estos amigos. Mido 188cm con lo cual 72kg era poco peso para mi y me sentía en los huesos. He llegado a pesar 96kg de músculo, ahora me siento muy bien y peso 84kg.

Algo inesperado

Tenía vacaciones y las tenía que utilizar, estuve mirando vuelos a México pues hacía tiempo que no íbamos a visitar a la familia. Encontré unos vuelos espectaculares de precio para todo la familia justamente el fin de semana del maratón.

Así es que fui a México y no corrí el maratón.

Al volver a España cambié de trabajo y dejé de ver a mis amigos, intenté seguir en contacto con ellos y correr cuando menos los fines de semana juntos, pero por una u otra razón no lo conseguimos.

Agradecimientos

Ellos me enseñaron a amar correr, me enseñaron a ir mucho más allá de mis límites, aprendí disciplina, aprendí técnica, aprendí fortaleza. Conocí las carreras, los entrenamientos, las tiendas, la jerga del corredor, las zapatillas.

Cuestas, aprendí a amarlas y no a temerlas, más vale estar preparado y saber como atacar que morir o sufrir cuando llegue una.

Velocidad, aprendí a sacar partido a mis piernas largas, a utilizar bien la zancada, a ser explosivo y también a dosificar la fuerza.

Distancia, quizá lo más importante que aprendí aquí fue a meditar y escucharme pues se pasa mucho tiempo con uno mismo, especialmente en carreras largas. Así que lo mejor es ser amigo de uno mismo y saber motivarse.

La vida sigue

Con el cambio de trabajo intenté correr por mi cuenta en el nuevo barrio, incluso había una pista de atletismo al lado de la nueva oficina en el Polideportivo Municipal La Concepción pero no lo conseguí, no era lo mismo solo. Así que lo de correr se quedó aparcado por varios años y sólo corría de vez en cuando en Aranjuez, en el Jardín del Príncipe o en el Jardín de la Isla. Aún así corrí varias veces la carrera de Aranjuez 10km a la cual le tengo mucho cariño.

Parkrun

En 2010 nos mudamos a Inglaterra, al llegar encontré algo que cambiaría mi vida para siempre, pero requiere un post dedicado única y exclusivamente a ello. Por razones prácticas diré que es una carrera gratuita de 5km que se organiza todos los sábados en distintas partes del planeta.

Mi amigo Sergio y yo empezamos a correr parkrun, en mi caso el primero fue en 2010, el segundo en 2011 y desde 2012 he corrido un parkrun cada sábado sin perderme ninguno a menos que fuese voluntario o director de carrera, pero eso ya lo explicaré.

Gracias a parkrun he conocido a muchísimas personas, algunos de ellos se han convertido en más que amigos, en hermanos, en compañeros pues compartimos una pasión muy fuerte. David, Pedro, Rob, John, Paul, Dave, Stu, Jenny, Milz, Claire y bueno, una lista muy grande.

David y yo conectamos muy bien en muchos niveles, entrenamos juntos, corrimos parkrun juntos, disfrutamos de los bosques y la naturaleza corriendo a través de riachuelos, de barro, subiendo sin parar y al mismo tiempo dándonos la oportunidad de apreciar la magia de los bosques tan hermosos que nos rodeaban. Un buen día me dijo “vamos a apuntarnos a un maratón” ¿cómo decir que no a eso? La obvia respuesta fue “Claro que sí, vamos a por ello”.

Un nuevo objetivo

Después de hablarlo bien e investigar, decidimos que correríamos el maratón de Milton Keynes, nos gustó principalmente porque terminaríamos en un estadio y queríamos tener esa experiencia de terminar a lo grande en nuestro primero maratón.

Me hizo mucha ilusión tener de nuevo la meta de correr un maratón porque era una espinita que tenía clavada desde el maratón de Madrid.

El entrenamiento fue bien y disfruté cada paso, cada kilómetro, cada gota de sudor, los masajes, los baños, el descanso, las pláticas y todo lo que no se ve, porque el maratón es un día pero para que llegue ese día y se pueda disfrutar hacen falta muchas horas, días, semanas e incluso meses.

Lesiones

Como me ha pasado en casi todos los entrenamientos para maratones que he hecho terminé lesionado por el estrés al que sometí a mi cuerpo.

La emoción, las ganas, la falta de experiencia, la presión que uno mismo se pone y los propios límites del curso, buenos en realidad más que límites fue el no escuchar al cuerpo ya que el cuerpo pedía descanso y yo quería seguir entrenando, el cuerpo decía hoy no corras y hacía oídos sordos para salir a correr.

Llegué al día del maratón muy cansado, con dolores de espalda y principios de una lesión isquiotibial en la zona de la rodilla izquierda.

El día de la verdad

No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue. Siempre me ha gustado esa expresión porque por un lado te anima y te alienta hacia algo pero al mismo tiempo te marca claramente el fin.

Ese día salimos de casa temprano hacia Milton Keynes, me acompañaros Ishtar y los niños. Nos encontramos con David y Mayte para ir en caravana.
Sergio y Gladys nos esperaban en el estadio, también vinieron el padre y la madre de Gladys.
Como sorpresa especial vinieron el padre y la madre de David, era la primera vez en su vida que volaban y que salían de España.
Nuestro amigo Rodolfo también fue para animarnos.

Antes de iniciar la carrera y sabiendo como estábamos de cansados y adoloridos Mayte nos ofreció ibuprofeno, así que nos tomamos una pastilla cada uno y nos llevamos otra para la mitad de la carrera.

Con toda la ilusión y alegría del mundo nos unimos al grupo de gente que poco a poco se iba haciendo más grande hasta que ya estábamos todos listos.
Recuerdo que cuando empezó la carrera David y yo nos abrazamos, sólo llegar hasta ese punto había sido ya un éxito, el ambiente era mágico y se sentía la alegría que nos rodeaba, la euforia, fue un momento pletórico, felicitamos a mucha gente y recibimos la felicitación de otros tantos.

Pero bueno, ahora empezaba la carrera así que hicimos los que fuimos a hacer, correr. La carrera discurrió muy bien, había música en vivo con algunas bandas animando y gente por todas partes.
En cuanto encontramos nuestro ritmo y nuestro grupo entramos en el flow, esto acompañado de las buenas conversaciones hizo que el maratón pasará muy rápido, o eso pensaba hasta que empecé a sentir dolor, por suerte teníamos más ibuprofeno así que lo tomamos, tardó un poco en hacer efecto y volvimos al estado de no sentir dolor.

Ya se veía el estadio pero el cansancio empezó a hacer efecto, David me dijo que tenía que parar y que no lo esperase, que siguiese y que terminase en un buen tiempo por los dos, le dije que no, que quería que terminásemos juntos, pero insistió y no me dejó que lo esperase, así que seguí corriendo con la ilusión de ver a mis hijos alegres y orgullosos viendo a su padre cumplir uno de sus sueños.

El final fue una gran fiesta con nuestras familias y nuestros amigos. Siempre recuerdo lo que me dijo Sergio que le dijo su hermana al terminar una carrera “cuando estás por llegar a la meta sientes que te mueres, pero cuando cruzas la meta eres inmortal” así fue exactamente como me sentía. También lleno de gratitud por todas las personas que nos acompañaron en esa primera experiencia.

¿Y ahora qué?

Es curioso este efecto pero en cuanto se me pasó la alegría del momento y me di cuenta que ya había conseguido la meta que me había planteado y que no tenía otra meta relacionado con correr me planteé correr otro maratón. Esto creo que fue después de un par de semanas, pues mi cuerpo estaba roto y tuve que descansar bien para recuperarme.

Después de ese primer maratón he corrido los siguientes maratones oficiales:

  • 2014 Milton Keynes 3:53 con David
  • 2015 Loch Ness 3:35 con David, Sergio también lo corrió
  • 2016 Paris 4:19
  • 2016 Brighton 5:27 con Sergio
  • 2016 South Downs 4:45 con David
  • 2016 Dorset Invader 5:09 con David
  • 2016 Amsterdam 4:21
  • 2016 Portsmouth 3:40 con Nic
  • 2017 Brighton 4:30
  • 2017 London 4:09

Además de estos he corrido otros maratones de manera no oficial y también unos cuantos ultramaratones tampoco oficiales de los cuales puedo destacar cuando corrí con mi amigo Scott alrededor de la Isla de Wight, fueron 115km, una de las experiencias más enriquecedoras y bonitas que me acercaron y unieron mucho con Scott.

Se acabó

La verdad es que no, me di un descanso de varios años con los maratones pero para el próximo 2021 tengo en mente correr el maratón de Edimburgo, como no podía ser de otra manera invité a mi buen amigo David que de inmediato dijo que si, además invité a Sergio, Pedro y Jay, así que si todo va bien el próximo año volveré a correr un maratón.

Y ahora si se acabó.

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Reflexiones

Naturaleza I

Agua

El agua además de ser mi elemento por ser del signo cáncer siempre ha estado presente en mi vida de muchas maneras, desde mi nacimiento y la famosa inundación a las también famosas y no tan gratas inundaciones en casa de mi papá y mi mamá.

Es un elemento en el que me siento vivo, lo respeto, fluyo, me dejo llevar, a veces lucho y otras nos volvemos unos y me dejo abrazar.

Lo disfruto todo el año, en primavera y otoño con las lluvias, en verano para refrescarme y en invierno lo aprecio a través de la nieve o congelado en la escarcha por las calles o en los cristales del coche.

Río

Crecí en México, de pequeño viví en el Ashram de Cuautla por donde pasa un río y he vuelto muchas veces más.

En Xalapa también tuvimos la fortuna de ir a disfrutar la majestuosidad y fuerza de varios ríos. Bola de Oro, Actopan, La Antigua, por citar algunos. Las impresionantes cascadas en Coatepec, Xico, Teocelo, Texolo, Naolinco, Palo Gacho en las que tantos buenos momentos he vivido.

En España, viví en Aranjuez y disfruté durante mucho tiempo del Tajo y el Jarama ya sea para hacer piragüismo o bien para refrescarme en verano. Aranjuez en un oasis en el desierto, es precioso con sus jardines, su palacio, sus plazas, su feria y su gente.

Ahora en Inglaterra, en Southampton los ríos siguen aquí, es impresionante pensar que el agua es la misma. Aquí tenemos el Itchen, el Test y el Hamble. En todos ellos he nadado y también me ha refrescado en verano aunque también son una gozada simplemente por verlos y saberlos cerca.

Mar

En el mar la vida es más sabrosa, en el mar todo el felicidad…
Así dice la canción y eso pensaba hasta antes de venir a Europa y descubrir el frío de estos mares, especialmente los mares del norte. El primero en el que me llevé esta sorpresa fue en España en el mar cantábrico, más tarde en Inglaterra en El Solent y por último en Escocia en el mar del norte. Pero no todo es así, en España el Mediterráneo es lo máximo en cualquier temporada del año.

Lo cierto es que después de los años vividos en Inglaterra me he ido adaptando y ahora soporto mucho mejor el frío e incluso podría decir que disfruto del mar sea cual sea su temperatura. Aunque esto empezó recientemente gracias a mi amigo Scott. Él mi invitó a formar parte de un equipo para nadar por relevos alrededor de la isla de Wight, lo cual es todo mar y como buen loco aventurero que soy dije que sí sin dudarlo ni un momento.

En el primer entrenamiento y toma de contacto, me asusté, tenía miedo, no podía respirar, el mar está vivo y me sacudía por todas partes, las olas me golpeaban y yo luchaba con ellas, mi técnica de natación fue horrible, no me atrevía a mirar hacia abajo con lo cual tenía la cabeza fuera todo el rato y eso implica que mis piernas estaban casi completamente hundidas.
Afortunadamente la experiencia y paciencia de Scott me ayudaron poco a poco a superar mis miedos y a recuperar mi técnica de natación, hasta el punto de volverme uno con el mar, fluir con las olas y no luchar sino dejarme llevar sintiendo el oleaje, la corriente, el viento, la fuerza.

Ahora echo de menos nadar en el mar y pronto espero volver a entregarme y fluir hacia donde las olas me lleven.

El año pasado gracias a este descubrimiento y sobre todo al desbloqueo que viví al perder el miedo y aprender sobre el mar, pude disfrutar como nunca con mis hijos y mis sobrinos en el mar en la playa de La Azohia cerca de Cartagena. Nadamos en lo profundo por horas, bucemos, investigamos, jugamos, nos cansamos, nos quemamos pero sobre todo nos entregamos al mar y el mar nos recibió como siempre ha hecho con su fuerza y su vaivén en ese movimiento rítmico que es su pulso vital.

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Relatos

La fuente

¡Duele, me duele mucho! ¿eso es sangre? ¿es mi sangre o de quién es? ¿en dónde me duele?

Tranquila, respira y si puedes relájate.

Es la pierna izquierda, concretamente la rodilla.

Bien, mira si puedes mover la pierna.

“AHHHHHrrggg” No, no puedo.

Intenta levantar tu falda y ver si todo está bien.

¿Cómo sabes que llevo falta?

Porque te conozco, además sé que siempre que vas a la playa en la moto te gusta ir con tu falda a rayas y recuerda que puedo ver a través de tus ojos, aunque aún es borroso por el shock.

Vale, pues veo mis huesos, así que es grave.

Tranquila Diana, la ambulancia ya está de camino.

¡Mierda! La persona en el suelo no reacciona. “¿Oye, estás bien?”.

Tú tranquila, parece que todo está bien, gira y mira a tu alrededor.

Dani, aún no me acostumbro a que puedas ver a través de mis ojos, esto es bastante nuevo para mi.

Siempre que tú me necesites ahí estaré, es una de las ventajas, tal como ahora me has llamado mentalmente tras el accidente.

Ahora es literalmente un charco de sangre y definitivamente no es mía.

Es muy raro que no podamos identificar a la otra persona, es como si no existiera. Pero esto no puede ser, todos estamos registrados en La fuente.

Ya escucho a la ambulancia. Dani, ahora tienes acceso a los últimos 5 minutos de mi vida, mira el accidente y dime de dónde ha salido esta persona.

Como siempre veo que disfrutas con la velocidad, sabes que no me gusta que vayas tan rápido en esas curvas, pero … ¿qué? ¿cómo? ¿de dónde ha salido?

Dani, creo que no puedo más con el dolor, siento que me desmayaré.

Tranquila Diana, la ambulancia estará ahí en cualquier momento. Este accidente ha sido muy raro. Voy a volver a verlo porque no entiendo de dónde ha salido esa persona y tampoco entiendo porque no hay datos suyos.

Hola Diana, soy Filipe y voy a ayudarte ahora, mi compañera Julieta está intentando reanimar a esa otra persona.

Gracias Filipe.

Aplicaré sobre tu pierna un gel reconstructor y en cuestión de segundos deberías estar bien, no será doloroso. Por lo que veo no tienes ningún otro problema.

Gracias, no dejan de sorprenderme los avances que hemos conseguido en tan pocos años gracias a La fuente.

Ya te digo, llevo siendo paramédico los últimos 15 años y en los últimos 3 años he salvado más vidas que en los anteriores 12. Es una pasada.

Se siente frío, duele, AHH, oohh, uuhhgg, ahora se siente cálido, diría que hasta placentero. Es por los opiáceos que utilizan para hacer el gel, lo sé porque trabajo en la industria.

Vaya, pues entonces no sé que puedo decirte salvo que has tenido mucha suerte.

Filipe, esa persona es un fantasma, no existe en el sistema y no la he podido reanimar, ha perdido mucha sangre.

Diana, necesitamos acceso al accidente a través de ti.

Claro, ya podéis acceder.

Continuará …

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Amistad

Un amigo es el que te acompaña, te escucha, te entiende, te confronta, te da todo sin pedir nada a cambio, te conoce y sabe lo que decirte, entiende tu sentido del humor, conoce tus miedos y tus virtudes, es el que sabes que pase lo que pase puedes contar con él. De igual forma siempre está en tu mente y sabe que cuenta contigo.

Tengo la fortuna de haber conocido y encontrado varios amigos y amigas de este tipo a lo largo de mi vida. Algunos aparecieron de manera inesperada, otros llegaron por la familia, durante el trabajo o los estudios, gracias al deporte o gracias a hobbies.

Muchos de ellos se han transformado en compañeros de vida, hermanos y hermanas. Nunca tuve una hermana de sangre, pero gracias a mis amigas, sobre todo a las más cercanas y con las que crecí, pude experimentar las maravillas de tener una hermana.

En cierto punto las amistades se vuelven algo más y se crea un vínculo, una unión que permanece con el tiempo. En mi caso he tenido distintos tipos de conexiones pero casi siempre han sido muy profundas, se han creado en una noche loca, un verano, un viaje juntos, un proyecto, unas cañas, el silencio, una mirada e incluso una pelea o discusión.

Me encanta poder mirar a los ojos a ese amigo o amiga, ver y sentir que es recíproco. A veces es algo que se siente entre el estómago y el pecho, un calor, una energía. También pasa cuando tengo algún recuerdo de las aventuras vividas.

La música siempre ha sido algo importante en mi vida, así que pondré dos canciones que hablan sobre los amigos:

Gracias de corazón a todos mis amigos y amigas por estar ahí ayer, hoy y siempre. Espero estar a la altura cuando las circunstancias lo requieran.

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Reflexiones

Coronavirus COVID-19

Miedo, incertidumbre, compasión, amor, rabia, control, libertad, frustración, familia, comunidad, apoyo, esperanza, oportunidad, muerte, fragilidad, distancia, cercanía, lejanía, tecnología, limpieza, aire, tacto, contacto, información, desinformación.

Podría seguir listando más palabras y sentimientos, sé que aún llegaremos más profundo y también sé que saldremos de esta y otras mas.

El coste humano ha sido y está siendo muy elevado, varios amigos y compañeros de vida se nos han adelantado debido a esto. Las relaciones se han enfriado debido al miedo y otras se han fortalecido debido a la necesidad de la interacción física.

La parte que más me ha marcado y me ha hecho reflexionar es precisamente lo frágil que es la vida, hoy estamos aquí y mañana ya no, no importa lo que hayas hecho, lo que hagas o lo que quieras hacer, al final no tenemos control sobre la vida de nuestros seres queridos. El impacto de las acciones de terceros o de ellos mismos es algo que escapa a nuestro control y que únicamente podemos aceptar, quizá no lo entendamos o compartamos pero no podemos cambiarlo.

Tengo la fortuna de poder vivir muy de cerca tres países y como cada uno de ellos afronta la pandemia. México, España e Inglaterra. En cada uno veo ejemplos de como hacer o no hacer las cosas, de como la gente se cuida o no se cuida, de como los dirigentes informan y toman medidas correctas o cuestionables. Pero al final con lo que me quedo es con lo que la gente vive y hace, la vida sigue y no se detiene por la economía o por que algunas personas mueran, al mismo tiempo otras vidas nuevas llegan.

Mis familiares y amigos han pasado por todo, hemos pasado por todo, hemos tenido muertes cercanas que nos hacen valorar más a los que están aquí, hemos pasado por la enfermedad que es muy dura pero que se puede salir, aunque a veces no se recupera uno al cien por ciento. Nos ayudamos, nos acompañamos, nos escuchamos, jugamos, reímos, lloramos, a veces una simple mirada de complicidad que vale más que mil palabras, una palmada, un abrazo (ay como echo de menos los abrazos). En este sentido creo que mis amistades se han reforzado y sé que salimos más unidos.

La incertidumbre de no saber hasta cuando o si es que habrá un cuando, porque podría seguir y esto volverse la nueva normalidad. No sé si era comodidad pero el perder toda esa rutina y la libertad a la que estaba acostumbrado me hace valorar mucho más lo poco o mucho que tengo. Salir, quiero salir, quiero respirar, quiero correr, quiero sentir con libertad y confianza en que no afecto a nadie y nadie me afectará.

A veces veo culpa en las caras de las personas en la calle o el super mercado, a veces yo también siento la culpa al salir a correr por un bosque y no llevar mascarilla, aunque no sea obligatorio llevarla. En el super mercado rehúyo a las personas mayores, no quiero ponerlas en riesgo ¿por qué? que yo sepa no tengo nada, pero no quiero cargar en mi consciencia el peso de ser responsable de sus contagios. Esa misma culpa la siento al visitar amigos, no estoy haciendo nada malo, pero ahí está la culpa también.

Soy muy afortunado por estar sano, tener a mis hijos sanos, tenemos comida, tenemos casa, tengo trabajo, todos mis familiares están bien. Tuti ha empezado la universidad, está muy contento y motivado. Él también me cuenta como ve las cosas desde su perspectiva, igualmente Keni, a él le afectó mucho más el principio de la pandemia. Pero ambos están bien.

Al escuchar lo que pasa en otros lugares, empresas que cierran o que no quieren cerrar y obligan a los empleados a ir a trabajar arriesgando sus vidas y a sus familiares. De la noche a la mañana y miles de personas pierden sus trabajos. Gente haciendo donaciones para combatir el hambre y no hablo de sitios lejos, hablo de aquí mismo en Inglaterra, porque si algo he aprendido del carácter de los ingleses es la voluntad de apoyarse los unos a los otros, con comida, con dinero, con trabajo.

Sé que todo en la vida son ciclos, todo lo que sube tiene que bajar y una vez que tocamos fondo el camino será hacia arriba. Se habla de vacunas, se habla de curas, pero sobre todo se hace mucho énfasis la prevención, la limpieza y el aislamiento para evitar los contagios. ¿Por qué es tan difícil? ¿Es realmente difícil?

Gracias a la pandemia he aprendido un montón de nuevas recetas, he recuperado mucho tiempo para leer y escribir, ahora intento optimizar mis entrenamientos pues no puedo estar tanto tiempo fuera, he nadado como nunca antes en aguas abiertas, he descubierto lo que es caminar, tomándome el tiempo de ver los lugares, de sentir su esencia, su olor, su tacto, el sonido de los animales, de mis pies, de la brisa. Algunas veces solo y otras en compañía.

He podido compartir mucho tiempo con mi mamima, con mi padre y mis hermanos, conocerlos mejor y saber quienes son, conocer su historia, su pasado, sus luchas, sus derrotas y sus triunfos, sus anhelos e ilusiones, sus miedos y sus pasiones. Pero sobre todo lo que he conseguido ha sido ver al ser humano que hay dentro de cada uno de ellos, un ser humano frágil y al mismo tiempo fuerte con el que me identifico tanto. Soy quien soy gracias a ellos, gracias a ti mamá, a ti papá, a mis hermanos y a todos mis compañeros de vida de los que he aprendido y me han abiertos sus brazos y sus corazones.

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Reflexiones

Aquí y ahora

Volver a un lugar que ya no es.

El recuerdo es un lugar que vive en la memoria, emotivo, irreal, sobrecogedor pero entrañable, dulce y amargo o bien amargo y dulce. Lleno de contrastes por su naturaleza.

Volver.
¿Volver?
¿A dónde?
¿Cuándo?
¿Porqué?

Realmente nunca se vuelve, siempre se es y se está.

Hoy estoy en Xalapa.

Hojas Verdes, minutos antes de encontrarme con mi amigo y hermano de vida Hirohito.
7 de enero de 2019.

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General

Hola

– ¿Por dónde empezar?
– Por el principio suele ser una buena idea.
– Ya, pero es que esto no sería exactamente el principio. Esto vendría a ser una continuación después de una largo intermedio.
– Pues venga.

¿Qué ha pasado?

Muchas cosas, pero en estos casi 11 años que llevo sin escribir por aquí quizá lo siguiente es lo que más ha cambiado.

  • Ahora vivo en Inglaterra.
  • La tecnología ha avanzado muchísimo, no deja de ser mi pasión, así que quizá vuelva a escribir algo al respecto, sin embargo no veo mucho el punto de escribirlo en un blog cuando ya existen comunidades grandes y activas dedicadas a ello. Lo que si que puedo escribir son mis experiencias.
  • Mis hijos ahora son adolescentes y el mayor ha empezado la universidad.
  • He reconectado y descubierto el deporte a otro nivel en muchas áreas de mi vida, aunque siempre con un enfoque integral teniendo en cuenta no sólo la parte física sino también la parte emocional.
  • La lectura me ha acompañado y tengo tantas cosas que escribir al respecto que espero poco a poco abarcar todo lo que me ha marcado y de lo que he aprendido.
  • Estudié psicología.
  • Amistades.
  • Música, quizá suene absurdo pero el ser capaz ahora de entender bien las canciones en inglés ha cambiado mucho mi percepción sobre muchas canciones, algunas en positivo y otras en negativo.
  • He vuelto a escribir. Espero ir compartiendo por aquí algunas de esas piezas, a veces pensamientos, a veces poemas, otras historias o incluso suspiros del alma.

¿Qué quiero?

Quiero expresarme, quiero compartir mi vida, mis puntos de vista, mis experiencias y ver a donde llegamos.

Quiero hablar, reflexionar, debatir, entender y darme cuenta de lo que pienso, abrirme a comprender otros puntos de vista.

¿Por qué?

Porque pienso, porque siento y tengo tanto que compartir que sé que aunque sea para mi mismo valdrá la pena expresarlo.

Soy la suma de experiencias que me han traído hasta aquí con o sin mi participación activa. Algunas veces he sido consciente y otras he sido un simple observador en mi propia vida.

Alegría y tristeza, ilusión y desilusión, fuerza y debilidad, vida y muerte, triunfos y fracasos. Todos ellos acompañados de aprendizaje y experiencias esperando a ser contadas.

Empezamos

Desde Southampton con amor una fría y lluviosa tarde de otoño.