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Mis otros YO – El deporte

sal a mojarte

No todo en esta vida es trabajo, también existen momentos de relajación, bueno, hay a quien el trabajo le sierve para relajarse, también hay a quien le gusta el trabajo, yo me encuentro en estos dos últimos grupos, pero aún así hay un momento en el que tienes que desconectar o volver a conectar contigo mismo, con tu yo interior o con otra parte de tí mismo.

En mi caso tengo varios YO, por ejemplo está el YO de los videojuegos, el YO del ejercicio, el YO de la música, el YO de la lectura, el YO del cine, el YO de las series, el YO de la familia, el YO del trabajo y así podríamos seguir. Pero bueno, cada quien tienes sus respectivos YO. En esta ocasión voy a hablar escribir, sobre otro YO que habitualmente no aparece por aquí.

El YO de los deportes

Desde pequeño gracias a la educación que me dieron mi padre y mi madre, he estado muy ligado a algún deporte. Cuando era un chamaco (como se dice en México) me gustaba jugar beisbol y hacer acrobacias en bicicleta, luego seguí con las patinetas (monopatín aquí en España) y jugar en rampas, tanto con bicicleta como en patineta, luego descubrí el voley bol y esa fué una etapa muy bonita, más tarde conocería y me adentraría en el basket ball (baloncesto como se dice aquí en España) durante esta etapa conocí muchos amigos, pasé tardes, noches y fines de semana jugando hasta que nos quedábamos sin luz o los vecinos salian y teníamos que parar. Bueno, esto también fué muy bueno, luego el fútbol que es un clásico y el cual jugué mucho con mi padre, mis hermanos y amigos del colegio. Y luego gracias a mi hermano mayor Sergio, entró a mi vida algo que hasta hoy llevo muy adentro en el corazón, llegó el Frontón, este bello deporte en el que afortunadamente tuve la oportunidad de compartir con dignos contrincantes y amigos que me enseñaron y me inspiraron a seguir adelante. Este deporte lamentablemente se cortó prácticamente de golpe cuando vine a vivir a España, pues aquí aunque hay Frontón, no he conocido (bueno, está bien, en Tenerife si, pero eso no vale porque ahora vivo en Aranjuez) gente que juegue con la pelota olímpica y eso es un punto muy importante.

Pero bueno, no todo acaba ahí, porque aquí descubrí el Padel, deporte que se parece bastante en cuanto a técnica de golpe al Frontón y que se me ha dado bien y he podido pasar ratos muy agradables con amigos. También descubrí la magia de correr, sí, correr, pero en serio; desde millas urbanas hasta medias maratones, aunque me estuve preparando durante 6 meses nunca llegué a correr un maratón, ese lo tengo pendiente todavía 😛

Otro deporte que me estoy saltando y que disfruté muchísimo con mis hermanos y amigos desde el bachillerato es el ping pong (o tenis de mesa, como le llaman aquí en España), este lo sigo practicando actualmente y estoy inscrito en una liga en Aranjuez, que por cierto, este fin de semana ha sido malo, 🙁 he perdido dos partidos. La verdad es que mis contrincantes eran buenos y esta derrota me hace reflexionar sobre ciertos puntos que tengo que mejorar, pero vamos, que por muy bien que me quiera tomar las cosas “una derrota es una derrota”, jejeje.

A ver qué más, que más… ah claro, hace poco y gracias a un amigo del trabajo he retomado el beisbol, pues me apunté a la escuela de beisbol de Madrid, sí, hay una y está en el polideportivo de la Elipa. Los martes y jueves de 20:30 a 21:30. La verdad es que ir a una escuela es muy distinto que jugar con los amigos, pues te tomas las cosas más en serio y sobre todo “aprendes” un montón.

Un deporte que ya forma parte de mi modo de vida y que lo veo más como medio de transporte, por lo menos entre semana, es la bicicleta, pues la utilizo para ir desde casa hasta la estación de tren por la mañana. Luego, cuando vuelvo por la tarde doy marcha atrás y voy de la estación de tren hasta la casa. En total es poca distancia, unos 5 kilometros diarios. Pero bueno, la parte que es realmente deporte son los paseos de fin de semana que hago por lo menos 20 kilómetros.

HISTORIA DEL FIN DE SEMANA

Justamente este fin de semana, tengo una historia muy divertida que contar, pues con las lluvias que tuvimos parecía que no podría salir, pero eso es sólo para los que no tienen ganas de vivir aventuras, jejeje; así fué que, cuando la lluvía era una pequeña tormenta con mucho viento y gotas casi del tamaño de guisantes, le dije a mi querido Tuti si quería ir a mojarse un rato, su respuesta fué lo mejor: “claro que sí papi“. Entonces empezó la aventura.

Nos fuimos a la montaña que está cerca de casa, mojándonos durante el camino y pasando por todos los charcos posibles. Recuerdo que Tuti me decía entre carcajadas: “ayy Papi me mojan las ruedas, ¡¡¡es divertido!!!” :D. Sí, la verdad es que es divertido y por lo menos a mí también me gusta, estoy seguro que habrá a quien no le haga gracia, pero seguro que tampoco saldría a mojarse, jejeje. Bueno, pues ya en la montaña subimos y bajamos por los terrenos más accidentados que encontramos para resbalarnos. Quién alguna vez haya hecho algo parecido sabrá cómo se pone el suelo. Sí, así es, la tierra al entrar en contacto con la lluvia se transforma en barro ; ) y eso hace que se patinen las ruedas y se peguen a éstas y al calzado. Así que terminamos prácticamente envueltos en una capa de barro, a tal grado, que las bicicletas ya no avanzaban y tuvimos que cargarlas hasta que conseguimos volver al suelo asfaltado y ahí quitamos el exceso de barro.

Durante el camino de vuelta a casa Tuti y yo quedamos en que la próxima vez que vuelva a llover así, saldremos a mojarnos otra vez e intentaremos hacer mejor el recorrido, porque justo cuando se estaba poniendo bueno, las bicicletas dejaron de funcionar, jejeje.

CONCLUSIÓN

Bueno, si tengo que escribir alguna conclusión sobre ésto que escribo, seguro es recomendar que hagan ejercicio, es muy bueno para la salud y sobre todo para desconectar o para conectar,como a veces me pasa, jejeje. También invitarlos a mojarse cuando la lluvia este fuerte y mejor si tienen algún sitio cerca donde se pueda formar barro, eso no tiene precio,os lo aseguro, es una gran experiencia.

NOTAS

Tuti es mi hijo de 7 años, que con esa edad ya me ha acompañado a paseos de 30 kilometros en bicicleta. Guauuu! El primer paseo largo en biciclea que recuerdo, fue un trayecto entre Xalapa y Coatepec con mi padres y mis hermanos, acompañado por un amigo que iba con nosotros en coche. Sólo fueron 9 kilometros, no estoy seguro, pero creo que tendría unos 9 años.

Si alguién de Madrid o alrededores (si es de Aranjuez mejor que mejor, jejeje :P) lee este post y está interesado en jugar o aprender a jugar frontón con pelota olímpica que se ponga en contacto directo conmigo porque podríamos empezar una buena relación frontenística, jejeje. 😀

Ahora si, aquí lo dejo.