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El cometa soñador

En la oscuridad de la noche eterna viajaba por el espacio un cometa. Imaginaba lo que sería vivir en un mismo lugar y contemplar el ciclo de la vida. Mientras su mente divagaba en estos pensamientos pasó por delante de un par de planetas y sus respectivos satélites.
Pensaba en lo bonito que sería experimentar el frío, el calor, la humedad, la aridez, la suavidad y la dureza de todas las cosas que sólo veía.

Un día, con un día se sentiría satisfecho, ver salir el sol y con él la vida empezar, escuchar a los animales desde los pequeños insectos hasta los gigantes paquidermos, ver las flores con sus bellos colores y olores, sentir el viento y las mareas y como mueven todo en su vaivén.
¿Quién fuera un terrícola?

Viajando a 120,000 km/h había visto muchísimas cosas, demasiadas quizá, aunque brevemente. Había creado con todos esos retazos una imagen de lo que sería la vida en un planeta. Viajando a esa gran velocidad, pasaba la mayor parte del tiempo en el espacio vacío y se sentía solo.

Cada poco tiempo, desde el punto de vista del cometa claro, volvía a pasar por lugares que ya había visitado, algunos habían cambiado mucho y otros poco.

Todo lo que está ahí fuera son mis hermanos y hermanas, en el momento de la creación las fuerzas gravitacionales hicieron que las nubes de gas y el polvo estelar crearan al sol y a los planetas. Los pequeños rebeldes como yo, no nos unimos al resto y ahora viajamos por el espacio.

Debido al calentamiento por la radiación solar a veces sufría ciertas explosiones que modificaban su órbita. Esto le resultaba divertido pues le hacía sentir cosquillas y le gustaba el aspecto que adquiría con la adición de la estela que lo seguía.

Desde la tierra un padre y su hijo miraban el cielo nocturno de verano disfrutando las espectaculares lágrimas de San Lorenzo, las Perseidas. El hijo con toda su inocencia e ilusión soñaba:

Un día, con un día me bastaría, viajando por el espacio a 120,000 km/h podría ver tantas cosas, cosas que nadie ha visto jamás, la oscuridad y el vacío del espacio, el silencio, los planetas, asteroides, el polvo estelar, la vía láctea.
¿Quién fuera un cometa?

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La fuente

¡Duele, me duele mucho! ¿eso es sangre? ¿es mi sangre o de quién es? ¿en dónde me duele?

Tranquila, respira y si puedes relájate.

Es la pierna izquierda, concretamente la rodilla.

Bien, mira si puedes mover la pierna.

“AHHHHHrrggg” No, no puedo.

Intenta levantar tu falda y ver si todo está bien.

¿Cómo sabes que llevo falta?

Porque te conozco, además sé que siempre que vas a la playa en la moto te gusta ir con tu falda a rayas y recuerda que puedo ver a través de tus ojos, aunque aún es borroso por el shock.

Vale, pues veo mis huesos, así que es grave.

Tranquila Diana, la ambulancia ya está de camino.

¡Mierda! La persona en el suelo no reacciona. “¿Oye, estás bien?”.

Tú tranquila, parece que todo está bien, gira y mira a tu alrededor.

Dani, aún no me acostumbro a que puedas ver a través de mis ojos, esto es bastante nuevo para mi.

Siempre que tú me necesites ahí estaré, es una de las ventajas, tal como ahora me has llamado mentalmente tras el accidente.

Ahora es literalmente un charco de sangre y definitivamente no es mía.

Es muy raro que no podamos identificar a la otra persona, es como si no existiera. Pero esto no puede ser, todos estamos registrados en La fuente.

Ya escucho a la ambulancia. Dani, ahora tienes acceso a los últimos 5 minutos de mi vida, mira el accidente y dime de dónde ha salido esta persona.

Como siempre veo que disfrutas con la velocidad, sabes que no me gusta que vayas tan rápido en esas curvas, pero … ¿qué? ¿cómo? ¿de dónde ha salido?

Dani, creo que no puedo más con el dolor, siento que me desmayaré.

Tranquila Diana, la ambulancia estará ahí en cualquier momento. Este accidente ha sido muy raro. Voy a volver a verlo porque no entiendo de dónde ha salido esa persona y tampoco entiendo porque no hay datos suyos.

Hola Diana, soy Filipe y voy a ayudarte ahora, mi compañera Julieta está intentando reanimar a esa otra persona.

Gracias Filipe.

Aplicaré sobre tu pierna un gel reconstructor y en cuestión de segundos deberías estar bien, no será doloroso. Por lo que veo no tienes ningún otro problema.

Gracias, no dejan de sorprenderme los avances que hemos conseguido en tan pocos años gracias a La fuente.

Ya te digo, llevo siendo paramédico los últimos 15 años y en los últimos 3 años he salvado más vidas que en los anteriores 12. Es una pasada.

Se siente frío, duele, AHH, oohh, uuhhgg, ahora se siente cálido, diría que hasta placentero. Es por los opiáceos que utilizan para hacer el gel, lo sé porque trabajo en la industria.

Vaya, pues entonces no sé que puedo decirte salvo que has tenido mucha suerte.

Filipe, esa persona es un fantasma, no existe en el sistema y no la he podido reanimar, ha perdido mucha sangre.

Diana, necesitamos acceso al accidente a través de ti.

Claro, ya podéis acceder.

Continuará …