Vida y muerte, siempre en ese orden, pues para morir hay que vivir. Aunque no es lo mismo vivir como un autómata, una marioneta a VIVIR libremente.
Sentidos
No es lo mismo respirar que apreciar el aroma del jazmín, el olor de la comida en el horno o la frescura del bosque después de la lluvia.
De igual forma no es lo mismo tocar que sentir la corteza del árbol, los latidos de tu corazón, el pelaje de un gato, dar o recibir una caricia.
Hablando de la vista no es lo mismo ver que disfrutar la explosión de colores en primavera y otoño, ver y sentir la conexión al mirar los ojos de la persona amada.
Sobre el oído, escuchar las gotas de lluvia, el canto del ruiseñor, un trueno, la fuerza de la caída de una cascada o la voz de un ser querido llamándonos.
El gusto, quizá no haya sido azar que el gusto quedara al final de esta lista. En el gusto podemos disfrutar la combinación de todos los sentidos, desde ver un platillo delicioso, olfatear su aroma, llevarlo a nuestra boca y sentir las distintas texturas, escuchar el crujir de los alimentos al masticarlos y disfrutarla combinación de sabores.
Valor
Hace falta valor para atreverse a vivir nuestra vida y dejar la vida que los demás quieren para nosotros, ya sea nuestra familia, la sociedad o los grupos a los que pertenecemos.
Ante todo hay que ser honestos con nosotros mismos y tener el valor de luchar por lo que creemos y a través de nosotros como decía Gandhi “ser el cambio que queremos ver”.
También hace falta valor para dejarlo todo, la comodidad, lo conocido y arriesgarse a seguir nuestros instintos, las corazonadas y equivocarse, porque esos errores son nuestros y de ahí saldrá experiencia y aprendizaje.
Al final la vida es, para la vida no hay bueno o malo, la vida simplemente es y fluye. Aunque parezca sencillo y no lo es, la clave radica en encontrarnos a nosotros mismo y fluir, volvernos uno con la vida e integrarnos en ese fluir.
Ikigai
Podríamos decir que Ikigai es aquello que da sentido a nuestra vida, aunque para entenderlo en la profundidad a la que se refiere tendremos que ver nuestra vida como algo más que nosotros mismos porque Ikigai está al centro de misión, vocación, profesión y pasión. En donde todos estos puntos se unen ahí se encuentra lo que da sentido a nuestra vida. Aunque hacia fuera tenemos lo que amamos, lo que el mundo necesita, para lo que somos buenos y por lo que somos remunerados. Esta última parte es una visión muy occidental. Así es que para no perder el centro siempre hay que pensar en que somos parte de algo más grande, escuchar, sentir, fluir y tomarnos un tiempo de reflexión.
Somos dinámicos, cambiamos, crecemos, maduramos. Así es que nuestras pasiones pueden cambiar al igual que nuestras profesiones, quizá también nuestra vocación y nuestra misión.
Ichigo Ichie
Este preciso instante es único y no se volverá a repetir, así que gracias por tomarte este tiempo para estar aquí y leer estas palabras. De igual forma por mi parte estoy presente y disfrutando escribir esto.
Si este es la única oportunidad de vivir este momento entonces hay que hacerlo de la mejor manera posible, entregarnos al máximo con todo nuestro ser.
¿Cómo sería el mundo si cada quien viviese teniendo esto en cuenta? ¿Cómo serían las interacciones con otras personas?
Abrazaríamos más a nuestros seres amados, seríamos más pacientes, dedicaríamos nuestro tiempo, ese precioso y valioso tiempo, a las cosas que amamos y nos llenan. Pensaríamos mejor el impacto que tenemos en los demás. Sonreiríamos más. Daríamos mejor ejemplo a nuestros amigos y familiares.
Bueno, por lo menos eso es lo que intento.
Kintsugi
No somos perfectos, a lo largo de nuestras vidas hemos cometido muchos errores, nos hemos caído, se nos ha roto el corazón por una persona especial, nos hemos lesionado y un sinfín de cosas nos puede haber pasado. Lo importante levantarse, aprender y fortalecernos gracias a todas estas experiencias vividas, todo esto nos dará un brillo especial y nos vuelve únicos.
La historia en torno a cuando conocí esta palabra siempre me ha fascinado, era una taza de té muy bonita de porcelana, se cayó y se rompió, su dueña en lugar de tirarla a la basura la reparó con esmero y mucho cuidado uniendo cada trozo y pintando estas uniones de color dorado, al final obtuvo una nueva taza de té reforzada por lo vivido y embellecida por la reparación.
Somos iguales a la taza de té y tendríamos que aprender a tratarnos con el mismo amor, paciencia y cariño que la historia cuenta para renacer fortalecidos. Así mismo vernos reflejados en los demás para honrar y respetar sus procesos de vida.
Música
La música siempre me ha acompañado a lo largo de mi vida y ha sido mi maestra de muchas formas, me ha ayudado a conocer algunas partes de mi, me ha servido para desahogarme, me ha acompañado en momentos de dolor o de alegría, en momentos de reflexión. Siempre he encontrado lo que necesitaba en cada momento.
En este momento y muy acorde a lo que he escrito pondré algunas partes de canciones que a través de la poseía y el maravilloso uso del lenguaje dicen mucho más de lo que parece.
Y a una distancia prudencial
Love of Lesbian – Contraespionaje
Oigo una voz que es familiar
Dice: ¡Ven a verme!
Cuando al fin llego
Ya no está
Me deja escrito en un portal
Soy la vida, imbécil
Que quiero arriesgarme a conocerte
Love of Lesbian – Incendios de nieve
Porque el miedo al fin cayó, al fin cedió.
Cada estrella es otro sol
Los abuelos de la nada – Medita Sol
Cada hombre un soldador
uniendo las partes rotas
del gran espejo interior
Cabalgo sobre sueños, innecesarios y rotos
Prisionero iluso, de esta selva cotidiana
Y como hoja seca, que vaga en el viento
Vuelo imaginario, sobre historias de concretoNavego en el mar, de las cosas exactas
Enclavado en momentos, de semánticas gastadas
Y cual si fuera una nube, esculpida sobre el cielo
Dibujo insatisfecho, mis huellas en el inviernoYa que yo, no tengo tiempo de cambiar mi vida
Rockdrigo González – No tengo tiempo
La maquina me ha vuelto una sombra borrosa
Aunque soy la misma tuerca que han negado tus ojos
Sé que aún tengo tiempo para atracar en un puerto
Vamos cerrando
En la vida tenemos tantas oportunidades de ser, de hacer, de reinventarnos, de creer, de crecer, de crear y mucho más, lo único que hace falta es dar el primer paso y seguir hacia donde el corazón nos guíe.
Hace poco fui a México y estuve con mi familia durante tres semanas, en una de las conversaciones que tuve con mi mamá me dijo algo que me hizo reír muchísimo, pero luego me dejó pensando y me di cuenta que en realidad era sabiduría popular:
El que chingó, chingó
Dicho popular en México
Y el que no, pues ya se chingó
Y con esto me despido.